Perdon

Perdon por ser callado y no decir lo que en verdad pasa por mi cabeza, o lo que en verdad siento. O por no hacerte sentir unica y amada. Aunque para mi lo eres, desde el primer momento en que te vi y me perdi en la cafeina de tus ojos.

Soy un desastre.

Hace tiempo deje de escribir, tengo que aceptar lo y ser sincero, la vida no es como antes, todo se ha vuelto complicado, tedioso y hasta doloroso. He perdido a mucha gente, muchos de mis amigos se distanciaron, otros, pasaron a vivir en mis recuerdos, eso duele, esos solían estar cuando mas nadie estaba, como un pilar, pero la realidad no es justa y le arrebata la vida a quien tal vez no lo merece, dejando mucha tristeza.

Mi amigo mas preciado era yo, no se en cual momento me perdí, o deje de existir. Tal vez si siga aquí, pero no me siento, como si estuviese muerto y todo a mi alrededor fuera un elemento carente de importancia, incluyendo a la gente.

Como si mi existencia cayera al vacío, a un hoyo del cual no puede salir, y cada vez que aparece alguien con la intención de ayudarme, solo se burla, y me deja caer otra vez. Debe de ser divertido para ellos. Nunca le encontré gracia, en destruir a otros, lo veo como un acto de poca moral, representando lo vacía que están las personas, y lo pobres que son.

La verdad es que, ni se que decir, no me gusta expresarle mis desgracias a los demás, siempre lo hacia a mi libreta, pero ya esta llena, y no la quiero remplazar, lleva conmigo mucho tiempo, allí están mis letras, mis palabras, mis pensamientos, mis lagrimas, mis mocos, en algunas paginas. Y aparte de que no me gusta sacar a la luz lo lúgubre que es mi alma, tengo miedo, de que maten lo poco que queda...

Pero por alguna razón no te temo tanto a ti. Y eso me inquieta, y me sorprende. Nunca me desnudo ante nadie como lo hago ante ti, ya no dejo que nadie toque mi alma ni sienta mi corazón, pero tu lo haces, lo sostienes en tus manos y lo calientas con tus besos, labios pequeños, suaves y cálidos, sonrisa graciosa y gentil, a veces falsa, por eso somos tan parecidos, no nos queda nada y sonreímos pretendiendo que nadie lo notara.

Somos parecidos, aunque diferentes, y acogedores, como si nos conociéramos de antes, años atrás, tal vez otra vida, no lo se. Solo se que se siente bien, cuando sostienes lo poco que queda de mi con paz en tu mirada, o llenas mis bolsillos con tus manos.

Hace años que me volví loco, siento que ahora es diferente, mi locura se debe a alguien, aunque, en verdad siempre he terminado perdiendo la cordura pero alguien mas, pero esta vez se siente diferente. Mi mente se va de la realidad, a un lugar donde no hay nadie, solo una muñeca de manos cálidas, con sonrisa perfecta, que me ayuda a descansar, a encontrar paz.