jueves, 6 de junio de 2013

Generación doliente


Las personas a diario toman decisiones, hacen, deshacen, muchas veces sin medir consecuencia alguna. Pero en el mundo hay cosas que no deben ser tomadas tan a la ligera, pero aun así lo son, En mi opinión, esta mal el decidir cosas de una manera egoísta sin pensar como afectara a terceros, mas si esos terceros son niños o jóvenes.

El ser humano adulto, siempre ha cometido un error grave, actuando sin conciencia sobre un hecho muy común, la relación, la pareja, la familia. Al perecer vendan sus ojos para hacerse los ciegos, o tal vez simplemente lo son, encuentran a alguien y se relacionan y, caprichosa y apresuradamente se atan a la persona y deciden ‘’formar’’ un hogar, aun sin conocer bien a ese sujeto, cuando pasa el tiempo y ambos se conocen, ven la realidad, entonces empieza una lucha, y la relación se viene abajo, pero, no afecta esto a alguien?

Si, afecta a esa vida que nació dentro de ese hogar vacio, vida que crece con problemas, con ataduras, con falta de formación, falta de emoción, falta de amor.
Una casa donde reina un ambiente hostil, no es un hogar, es solo el campo de batalla de una guerra que no se libra con armas físicas en sí, pero que los ataques se materializan a través del verbo, y muchas veces de la acción.

En el día a día se ven cientos de casos de violencia en la familia, pero se pregunta la gente, ¿Cómo se siente el niño al presenciar esto?, ¿Qué siente al ser parte de esto?
Simplemente no importa, y se le hace énfasis a la discusión que termina en un divorcio, o a esa mujer que fue golpeada por su marido.

Sin embargo, detrás de la pelea, detrás de la discordia, detrás del divorcio, algo crece. Se desarrollan un sin número de pensamientos, emociones y sentimientos en la pequeña vida, y por eso hoy en día hay tantos casos de depresión, falta de propósito, problemas psicológicos y hasta sociales, el ser crece atrofiado, enfermo, defectuoso, y con el tiempo los síntomas se van notando, la enfermedad, pero no se sabe cuál es la causa.

Yo suelo ser curioso, y entre la sociedad joven me he puesto a observar, y me he dado cuenta de que la mayoría de los jóvenes, o niños, que presentan actitudes un tanto depresivas, irritables, indisciplinarías, y diversas formas de comportamiento que son un poco resaltantes, como el típico Atention Sick, el pesimista empedernido, o ese chico que simplemente perdió el sentido y termino con su vida, todos vienen de una familia desequilibrada, desunida.

Pero no solo está el problema del hogar enfermo, hay un caso que cabe resaltar, aquellos hijos que nacen y crecen sin uno de sus progenitores. El placer es bueno, todos lo sabemos, y en cierto modo, es expuesto en todo, en todos los ambientes, y las personas simplemente suelen dejarse llevar por el placer. Existen las relaciones seguras, pero hasta los escudos llegan a romperse, y los ‘’accidentes’’ pasan, lo más común es el niño que nace y ni se sabe quién es el padre, el crecimiento optimo no solo se basa en una buena alimentación y educación académica, hay algo, un factor, un elemento que no está en la escuela, ni en la calle, ni con la sirvienta que cuida del pequeño en las tardes. El calor de un hogar, el amor de una familia unida que no solo se forma de una madre o de un padre soltero, sino de dos personas que cuidan su pequeño fruto.

Los exhorto a todos a que tomen un poco de conciencia, y en el futuro no tomen decisiones que vayan a afectar esa vida que no tiene culpa, tu obras, y las consecuencia de tus hechos solo las debes pagar tu, no seas un monstruo mas, esta en tus manos, marcar la diferencia, cambiar este ciclo podrido. 

miércoles, 5 de junio de 2013

Castigo


¿En que me he convertido?

Ni yo mismo se, busco las respuestas, adentro y afuera, pero no tengo suerte, no encuentro nada por desgracia, ando caminando, perdido, buscando entre las aguas de un mar vacio, sollozando por una pequeña chispa que encienda la flama de mi alma y haga arder mi cuerpo desde dentro y vivir como si no hubiese un mañana.

No tengo temor, ni siento rencor, tampoco rabia, pero así como carezco de eso, carezco de amor, el cual recibo pero no siento, y no puedo dar. Desesperado empiezo a buscar la razón, el por qué, un motivo que sea aceptable para la verdad. No quiero saber el origen del mundo, ni la verdad absoluta, solo quiero saber donde esta mi voluntad, donde estoy en realidad, porque me perdí y no me puedo encontrar.

¿Que pecado cometí para ser maldito de tal manera?, ¿por que merezco tal condena? Ya nada tiene sentido, ya nada vale la pena, como si en realidad vivo estuviera, pero al mismo tiempo no viviese, haciendo de cada día un rito, que se repite constantemente, sin tener fin, un ciclo tétrico e interminable, un castigo eterno.